El apego es la gran vinculación afectiva, no una cualquiera. Se trata de ese vínculo duradero, intenso, singular, que se consolida entre dos individuos a través de las interacciones mutuas. Cuando una persona vuela y se encuentra fuera de su hogar día tras día, este vínculo se debilita y aparece la falta de apego para no echar de menos aquello que una vez quisiste o simplemente para no crear nuevos vínculos que provocaran una sensación muy humana, añorar lo que te hace sentir bien mientras estás en una nueva habitación de hotel.
El trasfondo del apego es milenario ya que está relacionado con el mantenimiento de la proximidad frente a una amenaza. Aunque durante mucho tiempo el apego (y la falta de apego) no se consideraron sentimientos materiales, es importante indicar que las condiciones de vuelo han cambiado, ya que antes no existirían personal de vuelo de más de 40 años, pero ahora hay un día a día, año a año y festividad tras festividad en ausencia de la familia, por estar fuera o por no tenerla, que hace de la falta de apego algo material y real.
Es más fácil apegarse a algo pasajero y momentáneo como los viajeros que día a día vuelan y no volvemos a ver, que a una estabilidad que se rompe al menos 10 días al mes, sin saber qué pasa al otro lado de tus sentimientos de apego. Cuanto mejor es lo que tenemos allí, más es el sentimiento de añoranza, más fácil es crear una coraza, compaginarlo con algo más efímero o simplemente ver la vida desde el fondo del mar, sin sentirla.
En principio, el apego es algo muy necesario y natural en el ser humano, Entendamos el apego como una necesidad básica en el ser humano; esa necesidad es la de sentirse protegido. Durante la infancia hay 4 tipos de apego catalogados: apego seguro, apego resistente, apego evasivo y apego desorganizado.
Durante la infancia se asientan las bases del apego. Este puede ser seguro o inseguro. El adulto con trastornos de apego presenta tres respuestas diferentes a este:
Apego ansioso – preocupado
Este tipo de modelo suele corresponderse con el patrón de dependiente emocional. Estas son sus características:
* Necesidad de altos niveles de intimidad.
* Búsqueda de altos niveles de aprobación.
* Autoimagen poco positiva.
* Ansiedad ante la privación de la presencia de la figura de apego.
* Dudas acerca del valor como persona.
* Culpabilidad.
* Altos niveles de expresividad (histrionismo a la hora de presentar sus emociones en referencia a la figura de apego).
* Impulsividad en las relaciones.
Apego desdeñoso – evasivo
La falta de apego por los viajes constantes se puede vivir en la edad adulta como una situación estresante y, en ocasiones, implica un apego basado en la amenaza de la pérdida de lo que dejamos atrás al volar y buscar la protección en evitar el apego y caer en el fondo del mar.
Alto nivel de independencia (como un intento deliberado de huir de ese apego).
* Autosuficiencia fingida.
* Niegan la necesidad de relaciones estrechas.
* Ver las relaciones cercanas como poco importantes.
* Menos intimidad.
Apego temeroso – evasivo
Este es el tipo que comúnmente presentan aquellos que han vivido traumas o abusos de diferente índole, incluso aquellas que han sufrido una relación personal de gran dolor, bien encontrando a su pareja con otra persona al volver anticipadamente de un vuelo, bien por una ruptura traumática con abuso de la otra parte de la pareja debido al miedo a la pérdida.
* Sentimientos encontrados con respecto a los demás. Desean tener relaciones, pero no son capaces de confiar en el otro.
* Indignos de los demás. No se sienten cómodos al expresar sus emociones. Esto es similar al apego desdeñoso – evasivo, aunque las razones que motivan a unos y otros suelen ser diferentes.
La Teoría del Apego ha dado mucho qué hablar en las últimas décadas, mostrándose como una de las causas de numerosos trastornos emocionales en la edad adulta. Por ello se le debe otorgar una importancia primaria en lo que a relaciones afectivas se refiere, el faltar del hogar, al no poder crear relaciones afectivas por miedo al fracaso, el no empatizar por tener claro que antes o después tu pareja se va a cansar, lo único que se necesita es conocer el amor y regarlo día a día, buscar elementos de compartir con tu entorno.
Dejar de sentir y disfrutar por la falta de apego es un camino peligroso, pero muy fácil de evitar si se lleva al terreno del amor.
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